"Hace poco han hecho una reforma total y ahora su decoración luce elegante y romántica al tiempo, mucho más atractiva, sobre todo la barra retroiluminada. Es por ello que decidimos cenar aquí un sábado noche y aprovechar que hacen cócteles para disfrutar de una velada agradable sin tener que moverse de sitio ya que muchos están demasiado masificados. De primero pedimos unos huevos rotos con morcilla para compartir y de segundo un entrecot de ternera para mi señora y unas chuletitas de cordero para mi, el de ella estaba hecho justo en el punto que me gusta a mi y las chuletitas un poco demasiado hechas para mi gusto, pero muy rico y sabroso todo. Lo sorprendente y agradable es que lo hicieron todo muy rápido y con gran simpatía, sobre todo teniendo en cuenta que era sábado por la noche y el restaurante estaba casi a tope. Durante la cena acompañamos la comida con 2 mojitos, uno tradicional en mi caso y uno de fresa para mi señora. Todo ello por poco más de 50 pavos un sábado noche y en pleno centro de Madrid no está nada mal. Volveremos seguro porque merece la pena."
