"Ayer, domingo, realicé un pedido telefónico a las 10 de la noche. No sé si se olvidaron o prefirieron atender a otras órdenes que les reportaban más dinero que mi pequeño pedido de 8€; me inclino más por lo segundo. Soy alguien que es puntual todos los días del año, y me quedé dormido esperando mi pedido. A las 12:27 de la madrugada, el portero automático me despertó, contesté y dijeron: kebab. No solo les faltó la más mínima vergüenza al tardar casi 2 horas y media en traer mi pedido, sino que tampoco se molestaron en llamar para avisar que se retrasarían, o si después de dos horas todavía estaba interesado en mi pedido. No. Decidieron tomarse la libertad de ordenar, enviarlo y llamar a altas horas de la mañana. No sé si tenían intención de recogerlo, no me importa, se lo devuelvo para que lo recojan donde mejor les convenga. La vergüenza es que la gente aún les pregunte en lugar de boicotearlos. Queridos comensales, hay muchos otros lugares donde encontrarán la misma o mejor calidad en los productos, y sobre todo un servicio mucho mejor."