"El lugar es muy bonito y muy característico, dan ganas de comer allí sobre todo por eso. La comida es normal, el humus es bueno. El único punto delicado fue el servicio. Después de sentarnos a la mesa, esperamos más de 40 minutos y solo después de llamarnos vino la camarera a tomar nuestra orden de bebidas. Como justificación nos dijeron que se habían olvidado de tomar el pedido. Tuvimos que acordarnos tres veces durante la cena de traer agua porque faltaba y tuvimos que pedir un vaso alto para beber la cerveza, sino estaba bien que la bebieran en un vaso bajo que normalmente se usa para agua. Todavía faltaría el segundo vaso de agua. Al final de la cena, tanto nosotros como la mesa de al lado habíamos pedido té de menta. Nos dieron el que no tenía azúcar y probablemente lo tenían con azúcar. Probablemente los revirtieron porque recibimos mucha azúcar. En definitiva, quizá una sola chica para atender todas las mesas de fuera, por muy buena que sea, no sea suficiente. Lástima, para mí este restaurante tiene mucho potencial y puede hacer mucho más que eso. Ah, aunque no teníamos perros ni niños con nosotros, me pareció un poco extraño prohibir su acceso... en 2024"
