"Hoy a las 11’30, he entrado y saludado a las dos señoritas que estaban detrás de los ordenadores y ninguna de las dos que por cierto mu monas) me ha devuelto el saludo, tenían una conversación íntima que no merecía mi inrrupcion. Seguidamente he preguntado a la camarera por lo vinos tintos por copas, su respuesta ha sido tengo tempranillo. Nada que recriminarle a ella, puesto que está claro la falta de formación por parte de la empresa. Por otro lado la tosta de tomate y guacate, no hay manera de comerla con cubiertos, pan tan duro en la corteza que he tenido que pedir cuchillo de sierra y ni aun así. No suelo poner reseñas, pero la respuesta a mi Buenos días, y la no respuesta por parte de las trabajadoras, me ha molestado mucho. Si no estuviese esperándome alguien en el local, me hubiera marchado."