"Situado al final del Passeig de la Ribera a tocar de la iglesia de Sitges, encontramos este restaurante que dispone de una generosa terraza aparte de sus salas interiores.Aprovechando el buen tiempo del día decidimos comer al aire libre. Acudimos al primer turno, por lo cual el servicio es amable y diligente. La comida, básicamente pescado y arroces, es de primera calidad, muy bien presentada y elaborada. A medida que la terraza y el comedor se han ido llenando, el servicio se ha ralentizado notoriamente, hasta el extremo de esperar casi media hora para que sirvieran el postre. Dejando de lado este incidente, el resultado es positivo y el restaurante aconsejable."