"El Jueves Santo, llegamos tarde desde el Puerto de Bilbao de camino de Irlanda al Algarve. Habíamos reservado en línea y de alguna manera fuimos reconocidos a simple vista al llegar por la encantadora dama a cargo. Fuimos recibidos cálidamente y aconsejados en cuanto a la cantidad de comida que habíamos pedido...nos señaló que tal vez fuera demasiado para nosotros comer, ya que las porciones eran generosas. Por supuesto, tenía razón, pero aun así comimos con ganas y disfrutamos de una comida española muy exquisita y vino de Salamanca por primera vez. Este es un establecimiento muy fino y atento, y lo recomendamos altamente. Ya estamos deseando volver en el futuro."