"tradicional local con suelo de barro y techo de madera, mesa con mantel y servilletas de tela. muy acogedor. se mueve a otro momento. excelente comida, raciones abundantes. Para empezar, hemos sido colocados con aceitunas y algunas migajas de la casa que hemos acompañado con cerveza y agua. como el principal, sopa castellana y rabo de toros que nos han encantado, regado con media botella de viñedo real. Hemos hecho un agujero para compartir una porción de pastel de queso ligero y exquisito. al final, 40 euros por persona, muy bien gastado. Volveremos a algunas verdinas que sirvieron en la mesa de al lado."