"Las primeras impresiones fueron muy buenas. Espacio abierto, muy limpio, cocina de planta abierta, camareros inteligentes, etc. Pedí el entrante de espárragos a la parrilla, queso de cabra y cebollas caramelizadas. Los espárragos estaban quemados o crudos. Además, no llegaron con cebollas. El plato principal fue filete de cerdo. La carne de cerdo estaba horrible. Piezas muy blandas que parecían haber salido directamente de una bolsa. No se veía señales de parrilla o sartén. Horrible. No me molesté en pedir postre asumiendo que estaría congelado. Terminé con un café y pagué. La cuenta llegó muy cara, ya que me habían cobrado por una botella de vino cuando solo estaba bebiendo una copa. En resumen, un restaurante con buena apariencia, desafortunadamente sin sustancia, una verdadera lástima."