"Un amigo recomendó este pequeño restaurante para ir con mi pareja y nos sorprendió mucho, así que semanas después lo cerramos para celebrar el cumpleaños de mi suegro con toda la familia. El tamaño del local favorece, permite disfrutar de un ambiente íntimo y cuidado de los platos. Un restaurante de autor a un precio asequible en el centro de Rubí. El único inconveniente es que a veces hay que llamar antes de ir, porque suele estar lleno, aunque el dueño ya nos conoce y siempre nos encuentra un sitio. ¡Repetiremos!"