"Muy buen restaurante en el 'otro lado' del Castillo. Recomendamos especialmente las carnes, que son excelentes y muy tiernas. También nos gustó mucho la cálida bienvenida y el servicio agradable por parte del personal y el propietario. Pasamos una velada muy agradable y definitivamente es un lugar al que volveremos. Lo único que recomendaríamos cambiar son las sillas, ya que son un poco demasiado 'erguídas' para sentarse durante una comida prolongada, aunque podría ser algo personal... ¡podemos recomendar este lugar!"