"Fui la primera vez con mi novio. es un lugar pequeño, súper acogedor, con poca luz, de dos plantas. Muy romántico. los camareros, son italianos, muy simpáticos y serviciales, se preocupan mucho por cómo va la cena de los clientes, que hoy es apreciada. la comida es italiana. Los platos son bastante grandes. Lo mejor es el rissoto, para mi claro, post pedimos crepes nutella, que pasó, que bueno. la verdad es que estás agradecido por lugares como este, tranquilo, con pocas mesas, que puedes hablar sin escuchar lo que la mesa dice al lado. para mí es una gota. el precio similar al que se pone aquí, unos pocos euros por persona, tal vez alguien piensa que es caro, pero para mí vale la pena totalmente, sólo por el trato y la tranquilidad."