"Empecé a ir a este sitio después de la pandemia porque tenía una terraza amplia y poco masificada y en invierno calefactores portátiles y, en general, buenos precios y cerca de casa. En efecto, el sitio es muy goloso, con ese aire a bar de pueblo de la submeseta sur pero en una ciudad dormitorio, las chicas que trabajan allí son muy muy amables y bueno, qué más puedo decir, que allí me he pillado terribles melocotonazos."