"Finalmente un lugar en Barcelona donde no domina la pizza al estilo napolitano. Esta es de masa baja, crujiente en los bordes, ligerísima. Y es que el sitio de pizza va (siendo el postre algo mediocre). Agradable el edificio, con ladrillo a vista y techos a volta , como en una antigua bodega. Sólo un apunto: los ingredientes usados en las pizzas más 'premium ' carecen de calidad, mejor elegir una pizza 'de toda la vida ' o la recomendación del día."