"Típico mesón castellano: el servicio fue bastante rápido y competente, ninguna queja al respecto. Respecto a la comida pedimos para 2 las croquetas de rabo de toro (bastante ricas pero a unos 2€ por unidad, 12 euros la ración, nos resultó un pelín caro), el timbal de boletus con huevo y patata (15 euros y un plato bastante flojo en sabor y cantidad) y como plato principal pedimos cabrito (unos 24 euros y bastante rico, aunque algo escaso en cantidad). Por último pedimos la tarta de queso que no era nada del otro mundo (5 euros). En resumen, restaurante bastante correcto en calidad y servicio pero algo desmedido en cantidad y precio, creo que si váis merece la pena pedir el menú (29,90) en vez de ir a carta (salimos a 31 por persona y pedimos bastante poco)"