"Necesito agradecerle a María la dueña. Mi mamá de 86 años y yo viajamos a España y mamá se enfermó, vomitó toda la noche y no puede dormir en absoluto. Es difícil alimentarla con alimentos sólidos pero lo más probable es que esté deshidratada. Accidentalmente entré a este restaurante y le conté a María la situación de mi mamá. Ella me dio la sopa de miso para llevarla al hotel. Una sopa de verduras caliente que calienta el estómago de mamá. Apreciamos la buena calidad del almuerzo preparado y la calidad del sushi, pero lo más importante es que aprecio la amabilidad de preparar la sopa caliente. ¡Gracias, María!"
