"A estas alturas creo que todo el mundo conoce esta cadena internacional. Tampoco hay mucho que comentar, variedad de tallarines y sus combinaciones. Lo que pasa es que cómo acabas tomándotelo depende del gusto del cocinero/a de turno. En este caso me tocó al que se le va la mano con la salsa y los udones acaban nadando en ella (casi). De vez en cuando no está mal venir, pero siempre me voy con la sensación de que el precio que pago por lo que como, es excesivo."
