"Quien sea responsable de este sitio debe escribir un libro sobre cómo destruir un buen sitio en menos de un año. Hace un año celebramos un bautismo allí y todos estaban encantados. La semana pasada los mismos invitados dijeron que nunca regresarían. Mal modales, celebración en un lugar oscuro, los camareros son irrespetuosos y no te sirven. Presentaré dos ejemplos para que mi opinión se entienda: 1. Había varios niños en la mesa que no podían comer el menú. Pedimos un plato para ellos (polvo con verduras). Nos cobraron 25 euros por el plato. Después, miramos el menú y el precio era de 15 pero lo criaron para nosotros porque estábamos en una celebración. 2. Un invitado dejó la zona de comida para dormir a su hijo. Mientras estaba fuera sirvieron postres y no le sirvieron. Cuando regresó, ordenó su postre y el camarero le dijo que ya no servían postres y que si quería uno tendría que pagar por ello. Espero que el dueño reconsidere y trate de recuperar el restaurante que tenía hace un año."