"Es un pequeño pueblo del Alto Maestrazgo castellonense, considerado el pueblo medieval más apreciado en la provincia. Un lugar para pasear y deleitarse con la excelente (y abundante) comida casera, elaborada con buen producto de proximidad y a la brasa. Muy recomendable para el viajero. Disfrutamos mucho, algo que es cada vez menos común en el sector de la hostelería."