"Horrible experiencia. Menú degustación sin gracia. Entendemos que el precio viene determinado por la cantidad de aceite que echan a los entrantes: las croquetas sin demasiado sabor y mucho aceite, el carpaccio de langostino bien, pero con aceite, los langostinos a la plancha con extra de aceite y los mejillones al vapor sin ningún aliciente; a la espera de la paella de arroz del senyoret, nos encontramos con que está súper salada, probablemente, por lo pagado, con sal del de Himalaya traída por ellos directamente y la guarnición bastante pobre. El postre de tiramisú de fartons es lo único rescatable: una propuesta atrevida y atractiva que recomiendo probar. El café flojo. Nos han secuestrado en el local durante dos horas (muy lento el servicio y mucha espera entre plato y plato)"