"sorpresa para Juan Ilorens. Deseando cambiar un poco de la zona de canovas descubrimos este restaurante que es una joya oculta. Disfrutamos cada uno de los platos que nos ponen. Berenjenas confeccionadas, cromo de rabino de toro, pulpo bronceado con verduras (calidad) y una terrina de chochinillo que era el broche dorado en la cena. la cantidad correcta en los platos ya que incluso si se ven pequeños termina la cena llena y sobre todo satisfecho. la atención del propietario fue acordada a la comida, muy correcta. sitio para repetir y probar más platos. También aconsejo que cada 2-3 meses haga variaciones para que siempre puedas descubrir algo nuevo. precio de los dos con botella de vino y postre."