"Cuando vas a un sitio como éste, con el nivel que se le presupone, siempre vas con el miedo a que sea un fiasco. Pues no. Vete con toda la seguridad del mundo, porque es estupendo. Íbamos con reserva, y es lo que recomiendo porque ese día estaba a tope, pero entre que llegamos a la puerta y nos sentamos no pasaron ni 3 minutos. Son tremendamente amables y atentos. El servicio de pan con aceite y aceitunas abre la veda. Para elegir, muchas opciones que te hacen dudar, porque todo está riquísimo. El servicio es de nivel, y el local muy bien decorado. Los postres son para llorar de lo buenos que están. Carta de vinos muy interesante y para todos los bolsillos."