"Este es un restaurante gallego en pleno barrio de salamanca en Madrid. El personal, perfectamente uniformado, perfectamente servidas las mesas, y parece que su personal es el de siempre, por lo que conocen la carta, los platos, saben recomendar y si siguen en el restaurante, entiendo que están bien tratados. La verdad es que es un lujo que te atiendan camareros de toda la vida en la capital. Los platos, exquisitos, empezando por el caldo que tomé, que se agradece en invierno que un buen restaurante tenga un plato calentito para abrir boca y que además esté buenísimo. La empanada, buenísima, la carne espectacular y las filloas de otro mundo, es galicia pura en Madrid. Muy recomendable, muy rico todo y super amable el personal."