"Había visitado este restaurante venezolano en varias ocasiones, habiendo probado las empanadas (que estaban extremadamente deliciosas), pero en esta ocasión quería degustar mi plato favorito, el pabellón criollo. Decidí empezar con una porción de tequeños, que estaban muy buenos con su salsa de guasacaca. El plato principal superó mis expectativas, ya que además de la receta original, incluía queso blanco, aguacate y una arepa frita adicional. Para terminar, probé el golfeado, que estaba preparado de forma auténtica, con ese sabor característico a piloncillo, clavo y anís, acompañado de queso rallado y papelón. En resumen, la experiencia fue muy satisfactoria (a pesar de que tenía mucha hambre y altas expectativas). Es uno de los mejores lugares para disfrutar de la típica comida venezolana en el centro de Barcelona, con unos dueños muy amables. Sin duda, seguiré volviendo aquí, especialmente con amigos para que descubran lo mejor de la gastronomía venezolana."