"Ya conocíamos las empanadas argentinas,así que dijimos en nuestra caminata por la ciudad,de pasar a probarlas y que fueran nuestra cena. Caminamos desde el otro lado de la ciudad hasta encontrar el local. Llegamos y fuimos calurosamente atendidos.mientras nos calentaban las empanadas,hablamos y sentiamos como si nos conociéramos años. Se nota el calor humano y el ambiente cacero, como donde mamá. El sabor de las empanadas es fantástico. La empanada picante es perfectamente suave picante y homogénea. Nos gustó tanto que volvimos varias veces y degustamos las otras. Totalmente recomendable. Viajeros,que las disfrutes mucho."