"Volvemos a este restaurante, después de nuestra última visita en la que anotó sobresaliente, destacando además de la simpatía del servicio, tan grandes hamburguesas. Parece que hemos ido a otro lugar. Después de un par de entradas aceptables (cocktail y tabla de quesos), conseguimos las hamburguesas: pedimos una raclette y un mohroom (que eran indistinguibles, porque no trajeron el supuesto queso y no crema de setas), aparte de que llegaron muy pasados. lo anterior sería perdonar medio - el punto, menos-, si no porque ellos se levantaron con pimienta y especias picantes (todavía tengo ardors.) la mía, ni siquiera podría terminarla. Preguntó al camarero, ya nos han dicho que la mano con las especias se ha ido y lo típico hoy no hay el dueño de la cocina dando por hecho que nos dijeron la verdad (porque carnes picadas y muy hechas, a veces ocultan otros problemas), lo menos es saber que si algo no está en una posición para consumir, no sirve (o prepara a otros, o advierte al cliente)."