"Lugar increíble. Siempre que puedo ir, me sorprende. Me atrevería a decir que las empanadas son, hasta ahora, las mejores que he probado en Madrid (recomiendo la de cebolla y queso sin lugar a dudas). Las pizzas son brutales. Los camareros son muy atentos y amables, y el servicio es bastante rápido a pesar de la gran cantidad de personas que suelen tener. Volveré, obviamente, y esperaré con ganas. Un 10."