"Cena el martes en pleno agosto, todo lleno; casi es necesario reservar para asegurar tu mesa. La comida y el servicio, aunque es cierto que hubo cierto desbordamiento debido a que había llovido y todo afuera estaba mojado. Pedimos la ensalada de queso de cabra, croquetas de camarones, un muy buen magret de pato y un entrecot (demasiada salsa, pero muy bueno). De postre, tiramisú y brownie (no los recomendaría). En resumen, les falta un punto para ser un restaurante de primer nivel; necesitan mejorar el servicio, el conocimiento de los platos y la atención al comensal. En nuestra opinión, también deberían mejorar los postres y la salsa para poder disfrutar mejor. Con pocas mejoras, ¡sería un restaurante de primer nivel! La cena fue en la terraza, con un ambiente que es difícil de mejorar."