"Spoiler: excepcional. En primer lugar, comida casera que se nota que está elaborada con tiempo y con cariño. Con tapas típicas, pero muy diferentes a las de otros bares: platos nada aceitosos y con abundantes cantidades. Los menús variados, puedes encontrar platos de puchero (potajes, estofados, cocidos, migas, paella… y otros más convencionales (escalopa, sardinas, carnes a la brasa… . Siempre puedes acabar con un buen postre como el coulant, de chocolate negro o con leche. En segundo lugar, el local no es muy grande, pero está cuidado, limpio y puedes reservar mesas.Han mantenido la normativa Covid durante todo este tiempo. Hay ruido, sí, pero eso depende de los comensales. No escucharás alzar la voz a los camareros ni cocineros. Seguidamente, casi lo mejor (porque la comida está muy buena es el trato y servicio del personal, te hacen sentir como en casa, siempre con una sonrisa y atentos. Por último, el precio totalmente acorde a la calidad de sus productos. Os lo recomiendo encarecidamente, para almuerzos, comidas y cenas."
