"Fuimos a la recomendación de un amigo, y él no decepcionó. Pepe, el dueño, no nos trató nada más para entrar y nos dijo cómo su negocio está con él. una persona encantadora y muy atenta, con un ambiente muy agradable para nuestra caída. Pedimos que la ensalada cese, muy bien con el pollo muy crujiente. segundo y compartir una pizza de pera que nos dejó con la boca abierta, muy sorprendido graticamente. También pedimos un espagueti terminado en la rueda de cuentas de padano. todo espectacular, acuerdo de precio de calidad. Si es cierto que el camarero que nos asistió en la mesa parecía bastante seco, no habló de nada y nos golpeó más después del acuerdo de pepe. A pesar de esto, merece la puntuación más alta. ¡Volveremos!"