""Patatas bravas" a 7 euros; plato pequeño con patatas fritas y salsa. Precio muy abusivo. (en la carta no ponen precios) El camarero traía los bocadillos sin saber de qué era cada uno, así que teníamos que encargarnos nosotros de adivinarlo. En una ocasión la señora que parecía la propietaria, que también servía platos, literalmente nos gritó preguntando para quién era X plato porque no la habíamos escuchado la primera vez. Encima de caro recibimos un trato bastante desagradable."