"Recientemente fui a esta heladería por recomendación de un familiar y ha sido todo un descubrimiento. Puede que el precio parezca un poco alto en principio, pero los helados son de gran calidad y aprecias todos los ingredientes como lo que son: notas los trozos de nueces o de cerezas y sabes que no son compuestos artificiales. Los helados ya se ven deliciosos en la tarrina del mostrador y tienen la medida justa de azúcar para no arruinar el sabor. Probamos varios sabores: cielo (limón con vainilla), purgatorio (cacahuetes con cerezas y nueces), dulce de leche y avellanas. En visitas posteriores hemos probado también los batidos, bizcochos, los panettones y los crepes y todo es delicioso."