"Solo puedo describir la experiencia aquí como una de las peores que hemos tenido en Madrid, y vivimos aquí. Desde fuera, el lugar parece lindo con una decoración agradable y distribución, pero desde el momento en que entras, el personal no es más que grosero y agobiante. La señora de la entrada que asigna a los clientes a su mesa es extremadamente desagradable y borde. Casi parece que prefiere que te vayas del restaurante, lo cual, gracias a ella y al resto del personal, se logró con éxito. Desde que nos sentamos en la mesa, esta camarera junto con lo que contamos como 4 camareras más, vienen repetidamente a nuestra mesa para preguntar qué queremos pedir. Si bien puedo apreciar el tipo correcto de atención por parte del personal, esto tristemente fue como una escena de una comedia muy mala. Para el momento en que habíamos ordenado bebidas, pan y aperitivos, habíamos contado al menos 10 veces que cada una de las 4 camareras vino a nuestra mesa en secuencia para preguntar si queríamos algo más. ¡Garanto que para cuando llegues a tu plato principal (por cierto, nuestro pulpo sabía como si hubiera sido descongelado en el microondas), estarás comiendo tan rápido solo para salir de allí lo más pronto posible! La misma mujer que te asigna la mesa en la entrada es la peor, ya que se asegura de mostrar su insatisfacción en cada oportunidad. Gracias al personal, terminamos con bebidas, aperitivos y la comida principal en menos de 1 hora. Después de quejarnos con el gerente sobre la experiencia horrible, simplemente recibimos una cara en blanco. Al igual que nosotros, parecía que él tampoco estaba seguro por qué estaba allí."
Pappardelle
