"Llegamos al sitio de rebote, ya que Casa lucio estaba completo, y nos recomendaron la Taberna para degustar el plato estrella: Los huevos estrellados. El local estaba de bote en bote, ya casi daban las 15:30 y acababamos de llegar de Barcelona para pasar cinco días en Madrid. Tuvimos suerte, un camarero nos vio cara de pena y nos preparó en un hueco que nunca he llegado a entender como pudimos manejarnos, una soberbia mesa de tapas y vino de buena bodega. La atención por parte del camarero fue estupenda y tenemos alguna que otra anécdota curiosa de este lugar. Una alternativa más barata que la casa madre. Lo único malo, demasiada gente y un ambiente cargadísimo de humo que casi no deja que disfrutes del sabor de la comida y los vinos. El precio nos pareció bastante correcto, incluso barato, nos quedó la duda de si se equivocaron;"