Parihuela Parihuela
Fuego Y Sabor

Fuego Y Sabor

Malagón, 9. 28043. Madrid, Spain

Pollo • Peruano • Terraza • Mexicano


"Hemos estado hoy sobre las 13h15, el camarero que era alto y con gafas, que nos ha atendido ha sido un mal educado y muy desagradable, iba diciendo a todo el mundo que solo habia mesas para comer , que para tomar algo que no...sin embargo era pronto y le dijimos que por favor nos dejara tomar unas cervezas. El camarero con cara de mala leche al final acepta, siempre y cuando a las 14 dejáramos la mesa libre, pedimos una ronda,le preguntamos qué si tienen cerveza sin alcohol y sin gluten y nos responde que es un local donde no puede guardar tantos tipos de cervezas para diferentes clientes, con lo sencillo que es decir no tenemos. finalmente pedimos otra cosa. Sobre las 13h45 vemos que se quedan mesas libres, preguntamos a otro camarero que era muy amable si podiamos pedir otra ronda y nos dice que si que no hay problema por qué se habian quedado mesas libres. Pedimos segunda ronda. Mi madre preguntó al camarero si tenían raciones y le responde, No aquí solo hay comida peruana y es para comer... Al rato pedimos la cuenta y nos dice que si pagamos con tarjeta pero teníamos efectivo, al camarero le sentó mal por qué tuvo que coger el billete de 20 eur e ir a por el cambio hasta el restaurante...al rato, viene mi marido y se sienta en la mesa con nosotros, y pedimos otra ronda y nos apetece tomar algo de comer y pedimos unas papas rellenas al camarero que no tenía nada de ganas de trabajar y que era bastante desagradable , me dice que está haciendo muchos kilómetros y que le pida todo al mismo tiempo, a los 15 minutos después , nos dice que no hay papas rellenas y pedimos una causa limeña y un tamal. Desde luego que no comprendemos cómo pueden contratar a un camarero trabajando con esa actitud, se notaba que el camarero estaba de mal humor y sin ganas de trabajar, te dejaba los platos encima de la mesa sin servir, uno encima del otro, te decía que sujetaras las botellas de Coca-Cola mientras el las abría con el abridor, osea era la ley del mínimo esfuerzo, cuando los clientes somos los que pagamos por consumir y no nos lo están regalando. Servicio pésimo pésimo por culpa de este camarero. Sin embargo la comida estaba buena y el ambiente era ideal. Nos dimos cuenta que era mentira, que no había mesas reservadas para comer, de todas las mesas de la terraza solo habían 2 comiendo el resto solo estaban consumiendo bebida y no estaban comiendo y además se quedaron mesas libres, es decir el camarero no tenía ganas de trabajar y la sensación que nos dio era que cuantos menos clientes tuvieran menos trabajo tenía el...."