"En la pared hay un aviso que dice 'La cocina es un arte y el arte lleva tiempo. Por favor, sea paciente'. Valió la pena ser paciente ya que la comida estaba sabrosa, bien cocida, bien presentada y servida con placer. El menú que elegimos fue gazpacho, obviamente casero, conejo para mi amigo y jabalí para mí, pastel de almendras, acompañado con el vino tinto de la casa y café. El precio fue de 15€ por persona. Excepcional. Gracias."