"Lo único bueno de mi experiencia fueron las pizzas que pedimos que estaban muy ricas. Eso sí, fue una odisea que alguien nos tomara nota de las bebidas y, después, tuvimos que frenar a un camarero literalmente para pedir dos pizzas. Había gente, pero el problema es que a sus conocidos en barra les servían varias veces mientras compartían risas y ponían pinchos y a otros nos tenían esperando y nos miran mal cuando les pedimos que nos tomen nota de las bebidas después de 20 minutos sentados. Trato … – show"