"Domingo mediodía, de esos que no tienes ninguna gana de cocinar nada, así que decidimos comer fuera, este es uno de los locales de la zona que conocemos y nos apetecía el tipo de comida que hacen. Destacan mucho por hacer raciones enormes tanto de bocadillos, sándwiches y hamburguesas, el local es bastante espacioso con una buena cantidad de mesas, por lo que conocemos suelen celebrar muchas reuniones de todo tipo de 20, 30 o más personas, así que ver tiras largas de mesas es bastante habitual. En general está limpio y los baños en buen estado. Sobre la 13:30 la sala estaba vacía totalmente, todo el mundo sabe que eso no suele ser buena señal pero... ya conocíamos el sitio, sin problemas para sentarnos los 3. En nuestro caso preferimos pedir burguers más gourmet que las de gran tamaño, en la que puedes elegir el tipo de carne que quieres con un acompañamiento básico o incluirle por 2 o 3€ más uno ya más contundente, nos solemos decantar por la ternera con acompañamiento Normanda y mi pareja le apetecía una pizza de jamón con champiñones aprovechando que el local dispone de horno casero. Al poco entró una de las mesas de 30 personas, dimos gracias de haber pedido antes, aún así tardaron en servirnos como 25 o 30 minutos (espero que fuera porque se estuvieron esmerando en la preparación de los platos), el trato al principio fue agradable aunque posteriormente los camareros se centraron casi totalmente en la mesa grande. Las hamburguesas suelen ser de carne sabrosa pero si tengo que decir en contra que por norma general suele estar aguada para llegar a los 150g que indica la carta, lo cual se nota muchísimo en el tema de que suele chorrear cada vez que le das un mordisco empapando la pizarra en la que viene y sobretodo el pan que acaba húmedo y rompiéndose, aunque debo de reconocer que en esta ocasión casi no estaba aguada, también decir que la ración de patatas no es para nada destacable, saladas, sobrefritas y con exceso de aceite. Por el resto los complementos están buenos para ser una burguer de unos 8€ o 9€. La pizza en cambio no le gustó ya que decía que la masa estaba cruda, no estaba nada tostada aunque los ingredientes estaban buenos, lastima que no aprovechen bien el horno que tienen o no lo usen si no hay suficiente gente. Para terminar pedimos los postres, estaban buenos pero todos prefabricados, y una copita extra al final para la digestión. En definitiva entre 12-13€ por cabeza para un par de burguers gourmet y una pizza, dos aguas y una cerveza, dos postres y una copita digestiva (no pedimos entrante pero salen más o menos sobre 3,5€ los normales, sumarle sobre 1€ por cabeza), hace que no sea mal local pero podrían mejorar un poquito las calidades, el servicio no era malo pero en un local vacío que se centren en una mesa grande y para pedir los postres tener que levantarnos nosotros a buscarlos porque ni nos miraban lo vuelve más bien deficiente, repito una mesa de 3 y una grande en un local que puede triplicar o cuadruplicar ese número de clientes y para rematar los tiempos de espera, cerca de media hora con un local vacío los primeros 10 minutos después de pedir nosotros, aunque voy a medio romper una lanza a su favor, en otras ocasiones como cenas suelen tener más personal y los tiempos mejoran bastante, pero en esta ocasión que solo tenían prevista la mesa grande no tuvieron en cuenta que pudiera entrar más gente a comer con lo cual no tenían ni la cocina preparada y solamente una camarera (llegó otro cuando empezaron a venir la gente de la mesa grande) y esa falta de previsión de nota. Podría ser un buen local si mejorarán esos defectos que tienen tanto grandes como pequeños. No es de mis sitios predilectos pero por cercanía y demás puede que en ocasiones vuelva."
