"Reservamos mesa para 2 en el restaurante, al llegar no nos dieron opción a ocupar las mesas de la terraza, supuse que sería por el calor asfixiante pero cual fue nuestra sorpresa que al entrar hacia mas calor que en la calle, observamos 1 de los 2 aires apagado (el otro directamente chorreaba agua) símbolo de despreocupación por el local. Para beber pedimos sangría por la cual nos han cobrado 12e siendo poco mas que de brick Don Simon, incluso recuerdo haber probado bricks de mayor calidad. De cenar pedimos: quesitos camembert (sin duda lo mejor de la cena y eso que era fritura congelada), yuca frita acompañada de 4 salsas las cuales nadie nos informa si pican o no, ni su contenido. También pedimos nachos con patacones, la carne y demás parecia serrín mojado, insipida, textura pasada de días o mal conservada... por último nos pusieron chaulafan, para entendernos... si coges arroz 3 delicias congelado y lo haces al microondas y lo dejas fuera hasta mañana añadiéndole trocitos de carne de pollo y cerdo pasando por el mismo proceso, obtendrás tu chaulafan estilo Vera. Sin duda no volveremos, me parece un insulto a la gastronomía ecuatoriana. Hay que reseñar que el camarero nos ha atendido muy amablemente, al contrario que su compañero/encargado que se dedicaba a coquetear con 2 clientas."