"Incomprensible es que una cadena de comida rápida como KFC se permita no cumplir los estándares en uno de sus centros. Me refiero a que, si te gusta KFC, sabes que encontrarás lo mismo, en las mismas condiciones, con la misma calidad, y con el entorno prácticamente idéntico. Pues bien, nada de esto se dio aquí: la persona que nos atendió equivocó el pedido y nos dimos cuenta al decirnos el total. En ningún momento hizo amago de pedir disculpas, antes al contrario, puso cierta cara de contrariedad cuando se dio cuenta de que tenía que modificarlo. Pero es que, cuando recibimos el pedido (uno de ellos era una un Mega Box) las tiras de pollo eran considerablemente más pequeñas que las de otros KFCs a los que vamos de modo más frecuente (Kinépolis en Pulianas, por ejemplo). Y la guinda al pastel: parece ser que la evacuación de humos no funciona muy biene en el local, cuando llegué a casa mi ropa y yo olíamos como si hubieramos estado toda la tarde preparando menús del KFC. Lo dicho, muy por debajo de lo que esperas de un KFC. No volveré, sin dudarlo."
