"Bar muy pequeño justo al lado de la playa. Llegamos alrededor de las 3.30 y nos dijeron que cerraban a las 4, pero aún así fueron muy serviciales y felices de servirnos cervezas frías y un par de platos de papas fritas para los niños. Sirvieron cerveza Mahou que para mí, en ese momento, era como néctar de los dioses y por eso quería volver la próxima vez que fuéramos a la playa. Abren a las 8.30 de la noche, lo cual casi era demasiado tarde para que nuestros hijos comieran, pero lo hicimos y pedimos una hamburguesa clásica grande con algunas patatas fritas. Pensé que la hamburguesa estaba perfectamente bien, pero a nuestro quisquilloso hijo no le gustó... simplemente porque estaba en un tipo de pan diferente al que está acostumbrado. Los chicos que trabajan allí me parecieron educados, amables y serviciales."
