"Lugar que pretende ser gallego en pleno centro de Madrid, en el Barrio de Las Letras. Atestado de gente, nos rozábamos con personas sentadas en mesas diferentes, fuera de control dada la situación de pandemia. A pesar de haber reservado para 6 personas, nos sentaron en una mesa de cuatro, donde, como mencioné, estábamos prácticamente tocando las espaldas de los comensales de las mesas de los lados. El vino, el Ribeiro por copas, estaba malísimo. En cambio, el que ofrecen por botellas es excelente. Pedimos casi ..."