"Comida abundante, exquisita y a muy buen precio. Tuve un problema con la llegada. Al hacer la reserva, solicité una sombrilla/sombra en la terraza y aceptaron. Una vez allí, a nuestra hora, nos encontramos bajo el sol y, de manera muy grosera, un joven camarero nos dice: "es lo que hay". A las 3 p.m., dos albinos y el sol de un arcoíris sin más. Después de insistir y enfrentar tal desfachatez, movieron una sombrilla y listo. ¡Actitud, siempre!"