"Como viajero solitario, estoy acostumbrado a recibir miradas extrañas o incluso ser ignorado por los camareros en los restaurantes. Aquí, fui recibido de manera muy amigable y los camareros charlaron conmigo. Comer solo, esto es de gran ayuda para no sentirme incómodo. Pedí las Almejas a la Marinera por 17€ y estaban realmente deliciosas. La salsa era extremadamente sabrosa. Estaba tan contento con la comida que incluso pedí postre, algo que normalmente nunca hago. No hace falta decir que el pastel tampoco decepcionó."