"La experiencia de la cena en la pizzería Max de la calle Pascual Ribot fue decepcionante. El niño que recoge los pedidos ha malinterpretado la orden, a pesar de que se mencionó la alergia de uno de los comensales, lo cual es un tema bastante serio. Llamamos para comunicar la situación y, en lugar de ofrecer una solución, prefirieron discutir y tratar de forma desagradable a los clientes habituales. Nunca volveremos, ni tampoco nuestros amigos."