"Cena de amigos tras la que hemos terminado llenísimos. Restaurante nada pretencioso, con una carta muy extensa, puede que demasiado. Local sencillo, con mantel de hule y decoración básica. Nos ha parecido que la camarera que nos ha atendido al principio tenía muy poca experiencia, así que no le hemos dado importancia a la posible lentitud o “torpeza” inicial. Después nos ha tomado nota otra chica colombiana algo más resolutiva. Trato cercano y agradable, sin demasiado decoro. La comida estaba bastante bien en cuanto a calidad-precio. Especialmente buena la suprema de pollo. Raciones muy generosas. En conclusión, nos ha parecido una opción correcta para una cena de amigos en confianza. No es un restaurante elegante. Es un restaurante funcional, con comida rica, en el que no destaca su trato profesional o su rapidez en el servicio, pero tampoco con precios altos, así que nos ha gustado. Repetiríamos para pedir a domicilio o para comer en el local de manera informal."