"Pedimos una ración de jamón ibérico, la cual se anunciaba en su pizarra con un precio de 13,50 €. Una vez nos traen la ración (en un plato que bien podría ser de mi bisabuela) se trata de un jamón cortado a máquina en lonchas como si fuese jamón serrano comprado en el supermercado, demasiado salado y que dista mucho de un ibérico en todos los sentidos. Por educación no les decimos nada, aunque no hay que entender mucho de jamón para saber que te están engañando, para más Inri cuando vamos a pagar nos cobran 14,50€ por la ración, la explicación de la camarera es que un tal paco lleva dos años sin actualizar la pizarra y que el precio es más caro actualmente… vergonzoso, se ve que lo que buscan es sacar dinero y engañar a los turistas. ¡Menos mal que no pedimos el jamón ibérico de bellota, no me lo quiero imaginar!"
