"Por casualidad, nos sentamos en taburetes altos en el piso de arriba, justo al lado del horno. De esta manera pudimos charlar con Marco, que es siciliano de pura cepa. Pedimos la pizza del mes: con panceta, mozzarella, tomate amarillo, pesto y hongos en una masa de cinco cereales. También probamos un delicioso cannolo casero. El servicio fue encantador y el precio estaba acorde a la calidad de los platos. ¡Volveremos! Incluso la visita de mi hijo confirmó la calidad de las pizzas: tomates, bruschetta y mozzarella."