"Encontré este lugar en una noche lluviosa y oscura de martes, escondido en una calle lateral. Estaba muy cerca de donde me estaba quedando, en la siguiente calle. Acababa de llegar a Valencia y solo quería algo para comer, y este lugar no me decepcionó. Pedí una Pizza Margherita y pregunté si podían añadir cebollas, a lo cual accedieron. Me cobraron 1 euro extra, pero estuvo bien, ya que incluso a 9 euros y 50 valió la pena. La pizza estaba deliciosa. No había mucha gente, ya que yo era el único comiendo dentro, había una persona afuera en la lluvia, ya que hay un área de comedor afuera con algunas mesas y sillas. El servicio también fue bueno."