"Intentaba explicar una alergia, pero la camarera dijo que no hablaba inglés. No había nadie más atendiendo, así que tuve que explicar en lenguaje de señas, lo cual no era ideal, pero debería haberlo mencionado al hacer la reserva. Pedí otro vaso de vino y mi vaso fue llenado rápidamente hasta el nivel original, aunque quedaba algo de vino en el vaso, así que en realidad era más bien medio vaso. Fue inusual que no ofrecieran parmesano ni pimienta negra, lo cual hubiera sido agradable con el ravioli y la ensalada que tuvimos. Es una lástima porque hemos estado antes y la comida es excepcional, especialmente la focaccia."