"He ido a cenar muchas veces, pero esta última vez la calidad ha bajado. La pizza parecía como si la hubieran sacado del horno demasiado pronto, porque estaba fría y la mozzarella no se derretía completamente, teniendo una textura como si estuviera espolvoreada. La atención no fue buena; pedimos dos empanadas para comenzar y tardaron 40 minutos en traerlas. Cuando exigimos saber qué estaba pasando, el camarero salió de manera ruidosa y nos dijo que nos iba a traer sabores desagradables. Nos dio la impresión de que el chico era nuevo, por sus manerismos y la forma en que atendía; podíamos entenderlo, pero ya era una exageración esperar tanto, y hubo confusiones cuando habíamos pedido una rebanada de carne, otra de cebolla y una pizza Daisy. Volveremos porque creemos que pudo ser un mal día, ya que el resto del tiempo siempre ha sido tan bueno."